martes, 15 de marzo de 2011

Llegamos al Clarín!!!!

A continuación se incluye la nota aparecida ayer martes en el díario Clarín donde fuimos entrevistados los 3 Clubes de Observadores de Aves de la Ciudad de Buenos Aires:

Binoculares, anotador y lápiz en mano, más calzado cómodo, cámara de fotos opcional y hasta repelente sugerido. En Argentina, cada vez son más los amantes de las aves que se dedican a la observación de las distintas especies. Y Buenos Aires ya cuenta con unas trescientas personas, nucleadas por tres Clubes de Observadores de Aves (COA), que cada semana se juntan para desarrollar una actividad que practican miles de personas en Europa y crece aquí.

No hay requisitos de edad. El birdwatching, según su nombre en inglés, consiste en apreciar a los pájaros en toda su esencia y rescatar su valor para el medio ambiente.

Sobre todo los fines de semana, el Parque Sarmiento (en Saavedra), la Reserva Ecológica y el parque de la Facultad de Agronomía sirven como sede para que grupos de no más de 20 personas –son pocos para no irrumpir la tranquilidad del ambiente– se abstraigan de lo que ocurre a unos metros, en las calles, para dedicarse sólo a buscar y encontrar pájaros. Los recorridos pueden durar hasta cuatro horas , y según afirma Manlio Landolfi, coordinador del COA de la Reserva Ecológica de Costanera Sur, los beneficios de practicar esta particular rutina son varios: “Te distraés, te aislás de todos los problemas de una gran ciudad, y cuando estás observando aves te sumergís en otro mundo. Salís mejor que cuando entrás”.

“Todo esto sirve para que la gente se dé cuenta de que la Ciudad no es sólo cemento; que hay muchas más cosas para descubrir. Porque nos vamos volviendo cada vez más autistas de la naturaleza”, explica Hugo Campos, fundador del COA Taguató, que funciona en el Parque Sarmiento, y agrega: “ Las aves son las mejores bioindicadoras . Cuando encontrás un ave predadora –gavilán, halcón o águila–, eso significa que el estado de conservación del ambiente debe ser de bueno a muy bueno, o excelente, de acuerdo a la especie. Ahora, cuando hay mucho carroñero, mucha paloma, ahí el ambiente no es tan bueno”.

Según los expertos, las aves de carroña son más fáciles de encontrar en barrios muy céntricos sin parques. “En Saavedra, por ejemplo, tenemos un elenco más que interesante. En el Parque Sarmiento hay especies como el Halconcito Colorado, el Halcón Peregrino y el Taguató, que es un ave netamente de presa. Eso quiere decir que acá hay un muy buen estado de conservación”, afirma Campos.

“Agronomía es uno de los barrios que más espacio verde por habitante tiene. Por eso tiene una riqueza ornitológica importante que queremos difundir y preservar”, subraya Juan Claver, del COA Caburé, que funciona en esa zona de la Ciudad. De los tres clubes de Buenos Aires, el que puede avistar una mayor variedad de especies es el de la Reserva.

Allí llegaron a contarse más de 300 tipos de aves . Ahora, con las lagunas que había ya secas, migraron gran cantidad de especies acuáticas y su número se redujo bastante.

Los Clubes de Observadores de Aves se afianzaron por el impulso de la Asociación Aves Argentinas junto a Birdlife International, que desde 1916 busca fomentar la observación de aves como forma de concientizar sobre la necesidad de protegerlas. En 2008 se comenzó a “institucionalizar” estos COAS, que ya existían, aunque de manera informal.

Aunque es una actividad que crece, todavía hay mucha gente que no la entiende. Pero los birdwatchers son positivos y estiman que cada vez más se sumarán. “Todos los días nos sorprendemos porque descubrimos que a la gente le interesa mucho más la observación de aves de lo que creemos. No somos unos locos poquitos”, dice Claudia Mora en la Reserva Ecológica.

http://www.clarin.com/ciudades/avistaje-aves-actividad-socios-Ciudad_0_444555667.html